Estudié durante años para llegar a ser maestra, leí mucho y diverso, creí estar preparada para enfrentarme a mi primera clase. Me veía en mi pequeño trono rodeada de niños encantadores que bebían mis palabras... ¡y entonces... llegó la realidad en forma de aula separada del cole principal y llena de 45 alumnos/as de párvulos de 4 años a los que no sabía ni cómo hablar, y no digamos cómo enseñar!
Trono había, pero pronto me fue arrebatado por un chico sentado en su silla de ruedas y que tenía más sabiduría en su mirada de la que yo pudiera atesorar en varias vidas.
Josechu de pequeño |
Josechu llegó a mi clase con sus capacidades diferentes; a mí me
parecían extrasensoriales, extraterrestres si me apuran, e iluminó aquel
oscuro rincón que mi director, inspector y compañeros llamaban
pomposamente clase.
¡Cómo me iba a desesperar con la situación, si delante de mí tenía siempre a Josechu sonriente cada día, como si le acabara de tocar el premio gordo de la lotería! ¡Y lo excepcional es que lo compartía! Era una mezcla explosiva de niño extrovertido y viejo sabio. Todavía cuando lo veo o hablo con él me asombra esa doble cara de su personalidad.
Porque yo a Josechu lo he seguido viendo... Durante más de 30 años... Ha sido uno de mis puntales en mi manera de ver la educación, que él marcó sin saberlo desde la primera vez que nos vimos. Porque puede ser que una maestra aporte algo a sus alumnos, pero ¿y lo que recibe de ellos? Yo lo comprendí a partir de Josechu.
La última vez que hablamos le dije que salía en la Tesis doctoral que Mercedes está escribiendo sobre mi trabajo. Le gustó saberlo, supongo que fue uno de sus premios diarios, de los muchos que recibirá cada día...
Hace poco se puso en contacto conmigo a través de facebook, en su tono habitual desenfadado, cariñoso, gracioso a más no poder.
Voy a transcribir aquí con su permiso cómo fue la cosa:
7 de enero de 2016 19:56
JOSECHU: Hola Conchita, soy Josechu. ¿Cómo estás?
Recuerdo que el último día que nos vimos me decías que estabas escribiendo algo y me nombras.
Y quería saber si lo terminaste y me puedes pasar lo que tengas para leerlo.
Recuerdo que el último día que nos vimos me decías que estabas escribiendo algo y me nombras.
Y quería saber si lo terminaste y me puedes pasar lo que tengas para leerlo.
YO: (...) Básicamente decía que mi primer contacto con una persona con capacidades diferentes, como tú, no pudo ser más satisfactorio... para mí. Me enseñaste mucho en su momento, a pesar del pánico que supuso ocuparme de ti recién salida de la universidad y sin nada de experiencia. Pero, más bien "tú te ocupaste de mí", fuiste la alegría de la clase y un ejemplo a seguir para mí durante todos estos años, y lo sigues siendo.
Le mandé lo de la tesis y él escribió en su muro:
JOSECHU: 15 de enero a las 19:13 ·
Si yo sé leer es gracias a mi primera maestra Conchita López que me tuvo de alumno sus dos primeros años de profesión. No sólo nos enseñó a leer y escribir, nos enseñó muchas más cosas que como niño no se aprecian y de mayor no sabes explicar. Quizás fue de las primeras personas que practicó eso de la integración. Dejó huella en todos nosotros durante 40 años de docencia. y la sigue dejando con ese corazón que tiene en ese cuerpo tan pequeño. Tanto es así que está en un proyecto de final de carrera de una de sus alumnas, y en el recuerdo de todos los que tuvimos la suerte de ser alumnos suyos. Gracias de parte de todos y en especial de mi familia que te queremos.
Si yo sé leer es gracias a mi primera maestra Conchita López que me tuvo de alumno sus dos primeros años de profesión. No sólo nos enseñó a leer y escribir, nos enseñó muchas más cosas que como niño no se aprecian y de mayor no sabes explicar. Quizás fue de las primeras personas que practicó eso de la integración. Dejó huella en todos nosotros durante 40 años de docencia. y la sigue dejando con ese corazón que tiene en ese cuerpo tan pequeño. Tanto es así que está en un proyecto de final de carrera de una de sus alumnas, y en el recuerdo de todos los que tuvimos la suerte de ser alumnos suyos. Gracias de parte de todos y en especial de mi familia que te queremos.
Aquí podéis leer todos los comentarios que esto generó: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=569132053243853&id=100004411894310&pnref=story
En los comentarios van apareciendo antiguas alumnas mías a las que había perdido la pista, ¡el trono es de Josechu, recordadlo!
Y él contestaba con su típico sentido del humor:
JOSECHU: Bueno ya puse algo yo de mi puño y letra con todas mis faltas de ortografia y todo, jajaja!
Desde que me dejaste, me estanqué, jaja!
Desde que me dejaste, me estanqué, jaja!
16 de enero de 2016 19:58
Vaya éxito estamos teniendo, jajajaja!
Vaya éxito estamos teniendo, jajajaja!
Si visitáis su página de Facebook veréis que además es un luchador por los derechos de las personas con capacidades diferentes. Así sigue, enseñándonos a todos, a esos que como dice Irene en su blog, somos tan incompletos... (En palabras de Irene: He sido transgresora pero femenina; inteligente pero cómoda; rebelde pero comedida; persona pero mujer.)
Este es Josechu actualmente, a mi entender un hombre sólido y completo, sin peros, y yo le doy las gracias en público por todo lo que me ha dejado aprender de él.