Hoy ha tenido a bien publicarlo en su blog. Yo lo comparto con vosotros, agradeciéndole que me cuente entre sus secuaces y amigos(aún no tengo claro en qué categoría me incluye).
Conchita López
Soy una voraz lectora porque mi padre me contó muchos cuentos cuando era pequeña.
El pobre se dormía siempre antes de acabar y yo le daba codazos para que siguiera: yo era incansable y él era un hombre cansado...
Aún así, tenía una imaginación desbordante y la ilusión de un niño. Nunca me contó los cuentos al uso (Caperucita, Blancanieves...), los inventaba sobre la marcha, y sobre todo, los contaba "con ganas". También me llevaba al cine todos los domingos y ahí yo recibía otro tipo de cuentos, y seguía dándole codazos para que me explicara lo que decían los actores cuando no lo entendía.
Esa pasión por comprender historias me ha quedado para siempre, si bien ahora no me gusta oírlas; nadie puede sustituir a mi padre. Pero...los libros y el cine siguen nutriendo mi imaginación y dando alas ¡y qué alas! a mi rutinaria vida, que en modo alguno lo es en cuanto me puedo escapar cuando quiera a otros mundos, cuando no me gusta el que habito.
He leído mucho y muy diverso, pero casi siempre Literatura. Después de muchos años de lectora, he llegado a la conclusión de que la historia que me cuenten es lo de menos, lo que me interesa es cómo me la cuentan. Por eso, Cortázar es mi escritor favorito. Es capaz de explicarte cómo subir una escalera como si fuera un tratado de arquitectura, ingeniería y tomadura de pelo a la vez. Me gusta que me sorprendan, no tener ni idea de lo que va a pasar y cuando eso sucede con un libro, experimento una sensación de lo más placentera.
Es ese placer el que yo quiero transmitir a mis alumnos.
Siempre les digo que leer es lo mejor que pueden hacer en su vida, que no pueden dejar de leer tal o cual libro, por si cuando salen a la calle los pilla un autobús y ya no pueden hacerlo (cara de pasmados).
Siguiendo la normativa vigente, leo a mis alumnos 30 minutos TODOS LOS DÍAS. No os extrañará oírme decir que es uno de los mejores momentos de la jornada.
Disfruto viendo sus caras atentas, sus anticipaciones, sus ¡ohhhh! cuando acaba el tiempo, su evaluación final del producto y sus argumentos al respecto. Muy a menudo, cuando acabo un libro les proyecto la pelicula que se ha hecho sobre él: Charlie y la fábrica de chocolate, Las brujas, Matilda, El niño con el pijama de rayas, El pequeño vampiro... Comparar estos dos formatos, es muy enriquecedor (en realidad, lo que hago es seguir la técnica de mi padre: cuentos, cine, ¿os acordáis?).
Gasto casi toda la asignación del aula en libros y creo que el descubrimiento de
Un consejo, si se me permite: los libros infantiles y juveniles deben tener humor, es fundamental. Si queremos atraer lectores, la risa ayuda mucho. El miedo también es un factor muy atrayente para ellos; leámosle algo misterioso bajando las luces de la clase y el éxito está asegurado.
Pero, quizá, el factor imprescindible para obtener buenos lectores es algo tan simple como que nosotros lo seamos. Como dijo Savater en una conferencia en Orihuela a la que asistí hace algún tiempo " a los maestros se les supone el amor a la lectura, como a los soldados el valor".
Quiero suponer que esto es así en la mayoría de los casos.
Escrito a petición de Doña Díriga, con la que comparto a Federico y a alguna de nuestras otras "madres".
También "ha dado cuenta" de la entrada anterior aquí.
8 comentarios:
Sintiéndolo mucho Conchita en la categoría de amigos porque secuaces ...son los que no peinan canas (ni tienen que buscarlas todavía) y...lo único que les preocupa es inventar aventuras je, je, je.
Gracias Conchita por tu felicitación y tus palabras de ánimo.
Besos
Tu autorretrato lector, Conchita, es, simplemente, tu autorretrato (lo digo yo que sé de lo que hablo). Conchita es más lectora que ninguna otra cosa porque lee con pasión, porque leer es su pasión.
Doy fe por experiencia propia de la fecundidad de ingenio y de la habilidad como narrador de su padre, yo también lo disfruté. A mí también me embelesaron sus historias creadas y contadas sobre la marcha en las que, por qué no, te veías incluída o reflejada en la sufrida protagonista, entre bromas, cancioncillas, chascarrillos y mil carantoñas.
En mi caso creo que fomentaron más los afanes por contar que por leer, que también, pero son dos caras de la misma moneda, ¿no?.
Blogmaníacos, siento no haber podido escribiros más pero he estado hasta arriba de trabajo, pero sí os he seguido, palabra.Han sido estupendas las colaboraciones con otros colegios. Muy muy creativas. Felicidades.
Comprendido, doña Díriga.
Marisol, sé lo contenta que estás, te lo mereces.
Capitán Nemo, gracias por escribir. Se me había olvidado contar que mi padre nos incluía como protagonistas en sus historias, de ahí la emoción con que las recibíamos. Gracias por esa pieza del puzzle.
Besos.
Querida Conchita, esta entrada es un trozo de tu alma, y como ello lo tomo como un tesoro que nos brindas para alegrarnos el día. Preciosa, te has quedado desnuda al escribir esto y nos permites verte tal cual eres. Felicidades por esa frescura.
Tu siempre admiradora, Lamunix
Lamunix, ante tus palabras me siento como aquél al que llaman y dice:¿Pero es a mí? Yo no sé si merezco tus elogios, pero los agradezco como si los mereciera.
Gracias.
Tu siempre admiradora, Conchita.
Enhorabuena por tener un padre así y enhorabuena a tí por haber descubierto toda la belleza del mundo de los libros.
Me ha encantado la frase final de Savater,me la apunto.
Alabo tu sencillez y esa especial forma de entregarte.
BESOS
Gracias, Isabel, a mí también me quedó la frase de Savater para siempre. Dijo cosas muy importantes esa tarde, ¡gran hombre!
Besos.
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