Preparé este viaje a Bruselas como si no hubiera un mañana, ¡hasta llegué a hacer el check-in online a tiempo antes de irme! (teniendo en cuenta que no sabía ni lo que era, fue todo un logro).
Siempre hay amigas que te advierten de lo que debe saber una maestra de pueblo, antes de embarcarse en un viaje de cuatro días a un país extranjero, así que creí que lo tenía todo controlado. Había repasado un poco del oxidado francés que estudié en el instituto, me llevé un librito de bolsillo, sí, ese que se llama Aprenda francés en 10 días. Pero les voy a decir algo, no vayan a ningún sitio desnudos de idiomas, en concreto de inglés. Aunque los idiomas oficiales del país sean el neerlandés, francés y alemán, aunque el español sea la segunda lengua con mayor número de hablantes del mundo, no se engañen, o saben inglés o no hay nada que hacer.
Dicho esto, dejaremos la cuestión del colonialismo idiomático para otra ocasión.
Así que me perdí bastantes cosas, aunque llevaba a mi lado a mi hija, estudiante de Magisterio con mención en inglés y a Lidia, lectora de español en un colegio de Londres. Ellas fueron mi puente de contacto con el maremagnum de gentes, culturas e idiomas con los que me encontré. Casi doscientas personas habíamos ido a recoger premio entre docentes y alumnado. Coincidí en desayunos, comidas o cenas con italianas, checos, griegos, ucranianos, franceses,... personas de las que aprendí mucho. Recuerdo a "María, before the crisis", como yo terminé llamándola. Una maestra griega que hablaba un inglés fluido, como su alumna de 11 años. A cualquier pregunta que yo le hacía, ella contestaba "before the crisis..." Aprendí que una maestra griega gana menos de la mitad que una española, mientras que la vida allí es muy cara. Hablamos de jubilaciones comparadas, de hijos, ¡hasta de la reina Sofía!
Curioso también el caso de una docente argentina que enseñaba inglés en Francia y había ganado con ¡un proyecto del Quijote!
O esas docentes y alumnas ucranianas que se pasearon los cuatro días con el típico traje de su país.
Anécdotas hay muchas, como la ilusión que destilaban las maestras gallegas, una trabajando en Galicia, la otra, en la República Checa y que se comunicaba con sus alumnos ¡en inglés!, ya que aún no conocía bien el checo.
O la docente catalana que preguntó en el Parlamento europeo qué actitud iban a tomar ante la independencia de Cataluña; parlamentarios que contestaban que cuantos más seamos, mejor para la unidad europea...
A destacar la organización y las actividades diseñadas, sobre todo el taller de dinámica de grupos.
Para olvidar el desastroso viaje de vuelta, en el que Pandora abrió su caja y, literalmente, los vientos impidieron el oportuno enlace entre los vuelos de Bruselas-Amsterdam-Alicante. No tuve que pernoctar como Tom Hanks en La terminal, pero bien que me acordé de él. Llegamos a casa dos horas después de lo previsto, con una cámara llena de fotos y el firme propósito de viajar más y aprender inglés con un nativo, básicamente para no sentirme como dice Extremoduro en su Tango suicida:
"Deja que te diga, nena,
que lo nuestro no es equitativo,
todas las noches que estoy contigo
tú eres quien come, yo soy comido."
"Deja que te diga, nena,
que lo nuestro no es equitativo,
todas las noches que estoy contigo
tú eres quien come, yo soy comido."
El propósito también era contarles lo vivido y animarles a participar en este tipo de actividades de intercambio, ¡son muy, muy enriquecedoras!
Recuerden que hay un curso MOOC sobre eTwinning...
Recuerden que hay un curso MOOC sobre eTwinning...
Les dejo, como prometí, algunas fotos (mejor verlas a pantalla completa).
Premio eTwinning Europa (Bruselas, 6 a 9 de mayo-2015) on PhotoPeach
3 comentarios:
Hermosa entrada de tu viaje y experiencia. Gracias por compartirla. Felicitaciones!!!! Un abrazo
Analía
Excelente artículo, maravillosa la forma en que cuenta la realidad, y ya ve, ser viajero educativo tiene sus bemoles pero no deja de ser interesante y más como lo cuenta mi estimada amiga, gracias por sus escritos.
Gracias, Analía, un placer contrar siempre con tu generosa compañía :))
Sí que tiene bemoles lo de viajar, sí, querido amigo W.M.B, aunque como usted dice se aprende mucho en el proceso. Toda buena enseñanza tiene un caro peaje.
Gracias por pasarse por aquí.
:))
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