Eso es lo primero que pensé al oír mi voz en la grabación de abajo. Por eso le pregunté a mi amiga Lamunix. A partir de ahí, Blogmaníacos, sector Periodismo de investigación, se puso en marcha intentando contestar la pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez: ¿Por qué me suena tan rara mi propia voz cuando la oigo en una grabación?
Hete aquí los resultados:
"Cuando oímos nuestra propia voz, el sonido que nos llega al oído interno consta de dos componentes principales: el sonido que ha viajado por el aire directamente desde nuestra boca al oído, y el sonido que viaja por el interior de nuestra cabeza, en forma de vibraciones que se transmiten a través de los huesos. Si eliminamos cualquiera de las dos componentes el resultado será que obtendremos una voz ligeramente distinta a la “normal”, como si la hubiésemos ecualizado.
"Cuando oímos nuestra propia voz, el sonido que nos llega al oído interno consta de dos componentes principales: el sonido que ha viajado por el aire directamente desde nuestra boca al oído, y el sonido que viaja por el interior de nuestra cabeza, en forma de vibraciones que se transmiten a través de los huesos. Si eliminamos cualquiera de las dos componentes el resultado será que obtendremos una voz ligeramente distinta a la “normal”, como si la hubiésemos ecualizado.
Al grabar nuestra voz estamos eliminando completamente la contribución de la última vía de transmisión, la ósea, con la consiguiente distorsión al sonido total. Observar este efecto es muy sencillo: basta con taparse los oídos y hablar. Veremos cómo seguimos oyéndonos, pero con un sonido mucho más grave. Pues ese es precisamente el sonido que le estaríamos eliminando a nuestra voz cuando la grabamos. Por eso en la mayoría de los casos nos parece que cuando escuchamos nuestra voz grabada tenemos “voz de pito”: le faltan todos esos sonidos graves que nos proporciona la transmisión ósea."
"Al hablar, la energía sonora se difunde por el aire que nos rodea y llega hasta la cóclea a través del oído externo, por conducción aérea. Pero el sonido también viaja directamente desde las cuerdas vocales y otras estructuras hasta la cóclea, y las propiedades mecánicas de la cabeza refuerzan las vibraciones de baja frecuencia, de tonos más graves. La voz que oímos cuando hablamos es la combinación del sonido transmitido por ambas vías. Cuando escuchamos una grabación de nuestra propia voz, se elimina la senda de conducción ósea, que nosotros consideramos parte de nuestra voz “normal”, y solamente oímos la componente transmitida por el aire, aisladamente, que no nos es familiar. Podemos experimentar el efecto inverso taponándonos los oídos, con lo que solamente oiremos las vibraciones conducidas por los huesos."
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8 comentarios:
Oído y enterado. Eso si que es periodismo de investigación.
Un saludo
Bueno, pues he de decirte que ahora te conozco un poquito más y que tienes una voz muy dulce.
Gracias por compartir este recurso, lo probaré.
Besitos.
Gracias a los dos por la visita.
Besos.
Fenomenal, ha quedado clarísimo. Es usted una máquina.Un abrazo, Ana
hola conchita,e decidido dejarme lo del blog por que el blog que tenia antes me gustaba mucho y eso me a costado su trabajo.entonces e pensado de que tengo un blog mejor que el mio y que te voy a visitar siempre los dos blog a dios
Conchita mira te voy a acer sincera... no e leido lo que ponia pero... no pasa nada!! aunque tu voz suene rara ami me gusta. Conchita e publicado una nueva entrada sobre el taekwondo. Espero que te guste un beso y adios.
Gracias, Julia. Ya había visto tu entrada. Me gusta, aunque con matices que mañana te contaré.
Besos.
Conchita , Molt bé per l'explicació.
En el Cuc , PREMIS, teniu un regalet
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