tag:blogger.com,1999:blog-7735045604932557552.post5240820457367624540..comments2023-08-23T16:10:12.389+02:00Comments on Blogmaníacos: Lucía...Blogmaníacoshttp://www.blogger.com/profile/03782467406774495489noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-7735045604932557552.post-82342305627812819952015-11-27T14:45:42.938+01:002015-11-27T14:45:42.938+01:00Sería un error no aceptar tu invitación, pues es u...Sería un error no aceptar tu invitación, pues es un placer para mí poder compartir mi perspectiva del asunto (intentaré ser breve, aunque no prometo nada). Ahí va:<br /><br />Cómo no recordar todos los acontecimientos que envolvieron el hecho de ser premiados por nuestros cuentos...Fueron momentos muy divertidos y alegres que quedaron impresos en nuestra memoria: desde el temor inicial por escribir algo para la Seño Conchita, hasta el viaje a Madrid y la esperada entrega de premios, pasando por “El Gran Café Gijón” y lo afortunados que fuimos al firmar en su libro, como los grandes escritores. ¿Te acuerdas, Seño?<br /><br />Pero he de decir que tengo otro recuerdo mucho más recurrente de ese periodo. Y, a pesar de no poder narrar con precisión cómo ocurrió, voy a intentar transmitir qué significó para mí. El hecho del que hablo es el siguiente: la Seño Conchita nos leía cuentos, relatos, libros...¡en clase! <br />Así es, este gesto, que pudo pasar desapercibido, aún más en aquellos años en que la metodología docente andaba por otros derroteros (cosa que comprendí mucho tiempo después), fue muy revelador, al menos, para una niña. Me sentí sorprendida cuando Conchita nos explicó que todos los días, y durante los dos cursos que fuese nuestra Seño, nos leería durante los diez, quince primeros minutos de su clase. Después de la sorpresa, la reflexión: “ Si lo hace la Seño, tiene que ser importante...”. ¡Y tanto que lo fue!<br />De manera que aquella niña movida por la curiosidad empezó a leer con más atención. <br /><br />De dónde viene mi afición lectora, no sabría decirlo con certeza. Supongo que, como todo en la vida, vino dada por diversos factores y el modo en que nos transmitiste tu pasión por la lectura, fue uno de ellos. No me cabe la menor duda. <br /><br />Echando la vista atrás, puedo decir que los libros llegaron en el momento preciso y que fueron mi “medicina”, en cuanto que gracias a ellos, pude ir resolviendo las incógnitas para las que no encontraba respuesta en otra parte. Creo que esta faceta de la lectura es la que me enganchó a ella.<br />Pues, quien bien me conoce, no me concibe sin mis libros. Saben qué regalarme en fechas señaladas, saben que nunca viajo sin al menos uno de ellos,y que uno de mis mayores temores es que no voy a tener tiempo suficiente para leer todos los anotados en mi lista (sí, por supuesto que tengo una).<br /><br />Así, la sencilla expresión: “Leed”, me trae a la memoria esos días en nuestra pequeña y acogedora clase, como bien apuntas, Conchita. Seguramente, no lo expresaste de este modo (no es tu estilo), pero al pensar en ello, se me representa así. <br /><br />En resumen, diré que todo comenzó por seguir un consejo de mis mayores, entre ellos, la Seño. Y como buen consejo que fue, lo he seguido aplicando. <br /><br />Lo sé, fracasé. No he cumplido mi promesa de ser breve, pero claro, es que "los libros molan, molan mucho, molan un pegote!"(como podría decir nuestro querido Manolito Gafotas).<br /><br />Como dije, ha sido un verdadero placer.<br /><br />Gracias por todo, Conchita.<br />Anonymoushttps://www.blogger.com/profile/16663106589808265042noreply@blogger.com